El pasado 21 de noviembre, el papa Francisco visitó a la comunidad de monjas
benedictinas camaldulenses de Roma. En la homilía pronunciada por el papa
durante el rezo de vísperas, Francisco se preguntaba si “los monasterios mantienen aún la llama de la esperanza”. Puedo
decir que las monjas benedictinas de la Fuensanta , en pleno siglo XXI, son mujeres llenas
de esperanza y por eso mismo, son para nuestra sociedad luz en medio de la
oscuridad.
Y esto lo puedo afirmar, ya que del 2 al 7 de diciembre, he estado
compartiendo la vida de esta comunidad, acompañándola en la oración y en la
reflexión, durante los ejercicios espirituales.
Las monjas de la
Fuensanta , que cuidan el santuario del mismo nombre, hacen de
su monasterio un abrazo fraterno de misericordia y de comunión y un lugar de
perdón y de fiesta. Las benedictinas de la Fuensanta son contemplativas del amor en un
silencio orante, ya que con la oración y la acogida de peregrinos, hacen del
santuario un encuentro de fe, fraterno y gozoso.
Santuario y monasterio de la Fuensanta (Murcia)
Las monjas de la
Fuensanta son maestras de humildad, de alegría y de
sencillez, características de aquellos hombres y mujeres que buscan a Dios, un
Dios que se encuentra en la intimidad del corazón, allí donde germina la
semilla del amor y de la esperanza.
En los monasterios, y de una manera especial en el de la Fuensanta que conocí a
principios de diciembre, la soledad se transforma en comunión, las ofensas en
perdón y la discordia en diálogo. Y es que las monjas benedictinas de la Fuensanta , con su
silencio, su trabajo y su oración, nos hacen ver que acoger es mucho más que
escuchar y que en medio de las prisas y de la incomunicación, podemos crear
espacios para humanizar el mundo.
Las benedictinas de la
Fuensanta nos hacen ver también que cambiar este mundo es
posible y que el Reino soñado es una utopía, sí, pero una utopía que podemos
hacer realidad.
Los monasterios de contemplativas como el de las benedictinas de la Fuensanta , lejos de
encerrarse en ellos mismos, abren horizontes de esperanza y de paz y donde
descubrimos que la oración nos hace fuertes en la debilidad y generosos en la
pobreza.
Las benedictinas de la
Fuensanta viven el día a día con una sonrisa en el rostro,
mientras sienten como nacen en sus corazones, sentimientos y actitudes de
alegría y de paz. Las monjas de la
Fuensanta son mujeres que ayunan del consumismo y que creen
en el perdón y en la fraternidad, en la esperanza y en el hermano.
He tenido la suerte de pasar unos días con las benedictinas de la Fuensanta , compartiendo
con ellas la oración y la reflexión, el diálogo y el perdón. Ojalá sean muchos los que descubran este monasterio
y estas hermanas, ya que ellas, con su testimonio, nos ofrecen la vida
monástica como espacio de cercanía, de comprensión, de comunión y de alegría.
Ciertamente que las benedictinas de la Fuensanta mantienen encendida la llama de la
esperanza, como nos pedía el papa Francisco, para iluminar a un mundo
desorientado, que vive en la oscuridad.
Aquest article fou penjat abans de ser publicat al diari INFORMACIÓN.ES d'Alacant (http://www.diarioinformacion.com/opinion/2013/12/14/benedictinas-fuensanta/1448783.html)
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